jueves, 21 de agosto de 2008

Música macabra - Manuel González Prada

Noche velada.
Los cielos entristece
una verdosa claridad de Luna.
Bajo el cimborio de vetusta iglesia,
en el duro solado,
la forma rígida de un muerto.
Soledad y vacío: ni fieles ni monjas.
En el órgano estalla
solemne de profundis.
A los rojos temblores de los cirios,
dos manos mutiladas
recorren el teclado, van y vienen,
cual dos arañas gigantescas.

3 comentarios:

sheila..* dijo...

En mi opinión, este poema es muy frío, como que en esos momentos Prada habrá estado pasando alguna pérdida de alguien y por eso lo escribió. Prefiero el anterior, ya que es más claro y con situaciones que suceden en la actualidad.

sheila..* dijo...

Y en realidad que este poema va con el nombre, es muy macabro por las palabras que usa.

Wolf dijo...

Esta me parece una simple descripción de una noche lúgubre, usando diversas comparaciones y metáforas.

Podría ser también que haya definido la noche basándose en un estado de ánimo.